27/8/12

Praevalebunt!, por la hermana Xiskya






Artículo escrito por la hermana Xiskya



 
 
. 

Mayordomos ‘cuervos’, periodistas sembrando intriga, socialistas exigiendo IBI que ellos no pagan, conspiración vaticana, pederastia, corrupción en la IOR, monjas acusadas de robar bebés, etc. Y una promesa de Alguien con Palabra: Praevalebunt (prevalecerá).


Y los miles de sacerdotes que viven su vocación santamente. Y todos los que trabajan de verdad por un Reino que no es de este mundo. Y las miles de religiosas que sirven año tras año en la sombra y sin ruido a los más pobres, a los enfermos, a los niños, etc. Y todos los que voluntaria y desinteresadamente trabajan en Cáritas y miles de casas de acogida, comedores públicos, etc. De verdad que tengo la sensación de que el Mal se ha infiltrado en la Iglesia y lucha desesperadamente por destruirla.


Tengo un primo sacerdote, queridísimo por sus parroquianos; conozco otros entregadísimos y felices con sus misiones, entre alumnos, entre inmigrantes, entre parados, entre enfermos de sida… Religiosas que lo han dejado absolutamente todo y ni siquiera ven a sus familias por una causa más alta. Recuerdo a religiosas de la Caridad de M. Teresa de Calcuta, admirables, que se hacen una más entre los más pobres… No me lo han contado, hablo desde el recuerdo de experiencias. De verdad que no es justo.


Llevo ya al menos dos años recibiendo insultos en la calle y más en las redes sociales. Me han llamado desde “robabebés” hasta “puta”, sin decir nada de los tratamiento despreciativos. Y no me pasa sólo a mí. El Hermano Daniel Pajuelo, marianista, me lo comentaba también hoy en Twitter: “ A mí me entristece cuando me insultan o lo hacen contra la Iglesia. Llevo años recibiendo insultos y a veces amenazas vía web, foros, facebook, email y Twitter… No dejo que me afecte, pero a veces me entristece. Hay una tentación de echarse atrás y esconderse en medio de tanta virulencia, pero no es más que eso una tentación del enemigo. Firmes en la fe, arraigados en Cristo. Agradecido por tanto amor, compartiéndolo, proponiéndolo, robusteciendo, haciéndolo vida.” Somos muchos en esta situación.


¿Quiero decir que la Iglesia no necesite renovación? Lejos de mí. Pero la Iglesia somos todos nosotros. Y no sólo la jerarquía o los religiosos. Hace unas dos semanas fue una laica más papista que el Papa quien arremetió contra mí. Todo por una simple pregunta que lancé: “¿Creéis que en España somos solidarios?” Me dijo que: “difícilmente se puede prestigiar una institución con miembros que se avergüenzan de ella”. He de aclarar que en TW tengo mi foto con hábito donde para nada parece que me avergüence de lo que soy. Pero a la chica en cuestión no le pareció bien que yo usara “solidaridad” en lugar de “caridad”. Por esto me llamó anti-Iglesia y anti-cristiana.


Todo esto, los palos de un lado y de otro, los escándalos de algunos hermanos y las embestidas de algunos radicales anticlericales, me han hecho pararme a pensar. Vamos muy mal. Y no podemos seguir así. Pero ¿qué hacer? Lo único que a mí se me ocurre es coger el Sermón del monte y repasarlo despacio, empezando por Mateo 5.


Dichosos vosotros cuando os injurien, os persigan y os calumnien de todo por mi causa. Estad alegres y contentos pues vuestra paga en el cielo es abundante. De igual modo persiguieron a los profetas que os precedieron. Vosotros sois la sal de la tierra. Si la sal se vuelve insípida, ¿con qué se le devolverá su sabor? Sólo sirve para tirarla y que la pise la gente. (Mateo 5, 11-13)


Pero ojo, dice claramente “por mi causa”, no por “nuestras causas”. No por mi pedantería, ni por mis envidias, ni por mis luchas de poder, ni por mi autosuficiencia, ni por mi egoísmo, ni por mis braviatas… que es cuando “la sal se vuelve insípida”. La responsabilidad de ser sal no es poca: dar sabor a este mundo. Por eso, cuando me echan en cara algo, siempre me cuestionan: “¿Qué habrá vivido esta persona para haber llegado a esa imagen de Dios o de la Iglesia? ¿Qué parte de responsabilidad tiene ella y qué parte tenemos nosotros?”


Muchas veces es cierto que hemos dado un mal testimonio, y por ello hemos de examinar nuestras conciencias y pedir perdón. Cada uno sabrá. Pero muchas veces algunos que dicen haber sido víctimas se convierten en líderes del anticlericalismo más virulento y crean borregos intelectuales. Curiosamente, son los primeros en hacer todo lo que critican de la Iglesia: manipulaciones, adoctrinamientos, intolerancia, mentiras, encubrimientos, imposiciones, etc. Cosa que la mayoría de los que la formamos sólo aguantamos cuando nos atacan.


A ver si queda claro: Por cada cura pederasta, hay cientos de curas dejándose la piel trabajando por un mundo mejor. Por cada ‘cuervo vaticano’ hay miles de laicos y prelados en el mundo defendiendo al Papa como vicario de Cristo. Por cada religiosa acusada hay otras miles dando su vida por los demás. Somos una familia grande, pero la mayoría muy normales.


El mensaje de Cristo es claro: el Amor y la Unidad. Basta de perder el tiempo.
 

------
Artículo sacado de esta página web:
 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Laicos Dehonianos-Video

Video clip donde el corazón