Bienvenidos a nuestro blog
Ya hemos comenzado el tiempo de Adviento. Y, a pesar de las restricciones por la pandemia, tenemos la oportunidad de encontrarnos para celebrarlo, animarnos y centrarnos en este tiempo de preparación para la llegada de Jesucristo.
¿Cansado de siempre lo mismo? Te proponemos descubrir la gran historia que ha marcado nuestra vida y el día a día de nuestro mundo. Un acontecimiento que ha encontrado en ti su mejor lugar. Sí, ¡en ti! ¡en nosotros! Dios se hizo uno de los nuestros para construir con nosotros un nuevo mundo.
Por eso, ¡DESPIERTA! y abre tu vida al encuentro; ¡PREPARA! tu corazón para el gran descubrimiento de Dios en ti y contigo; ¡PREGUNTA!, explora, sé inquieto... ¡Dios quiere caminar a través de ti en medio de nuestro mundo!; y ¡HAZ NUEVAS TODAS LAS COSAS!, como Él, como Dios, que viene a dar nuevo impulso y a latir en nuestro mundo de un modo nuevo.
Te esperan 4 semanas de máximo compromiso, 24 horas al día para que no te pierdas... y no te pierdas nada de nada. ¡Empieza ya! y disfruta de la experiencia de Dios que quiere entrar en tu vida. ¿Quieres descubrir la historia que cambió el mundo? Haz de este Adviento algo más...
Reflexión de Carmen Pallarés:
Otras reflexiones del evangelio:
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El pasado 16 de
noviembre, nos reunimos, on line, parte del grupo local de Valencia. Es nuestra segunda
reunión, y estamos muy contentos por poder seguir haciéndolo en torno a
Jesucristo, a pesar de la pandemia y de las medidas restrictivas.
Tuvimos una oración inicial a través de un salmo cantado. Después se proclamó el evangelio:
Mateo 14,22-33
Después
que se sació la gente, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca
y se le adelantaran a la otra orilla mientras él despedía a la gente.
Y después de despedir
a la gente subió al monte a solas para orar.
Llegada la noche
estaba allí solo.
Mientras tanto la
barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas,
porque el viento era
contrario.
De madrugada se les
acercó Jesús andando sobre el agua.
Los discípulos,
viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que
era un fantasma.
Jesús les dijo
enseguida:
- ¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!
Pedro le contestó:
- Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua.
Él le dijo:
- Ven.
Pedro bajó de la
barca y echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús;
pero, al sentir la
fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó:
- Señor,
sálvame.
Enseguida Jesús
extendió la mano, lo agarró y le dijo:
- ¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?
En cuanto subieron a la barca amainó el viento.
Los de la barca se
postraron ante él diciendo:
- Realmente eres Hijo de Dios.
Antes de la reflexión
oramos con otro canto.
Tras la reflexión,
una puesta en común muy participativa.
Animamos desde aquí
al resto de grupos que no puedan reunirse presencialmente, a hacerlo on line.
Reflexión de Carmen Pallarés:
Otras reflexiones del evangelio:
Reflexión de Carmen Pallarés:
El pasado miércoles, día 4, tuvimos la primera reunión local del grupo de laicos dehonianos. En este tiempo de pandemia todo está cambiando. Tras el primer confinamiento, estamos aprendiendo a relacionarnos a través de las nuevas tecnologías.
Por eso, hemos decidido reunirnos on line, para
seguir juntos sentándonos junto a Jesucristo, a través de la Palabra, conociéndole
así, un poquito más, y para estar juntos nosotros, viéndonos las caras,
escuchándonos, reviviendo las reuniones.
Fue un descanso para el alma escuchar la Palabra, reflexionarla y aterrizarla. Lo pasamos bien, estábamos contentos de vernos.
Se nos ha unido al grupo una persona nueva, que tenía muchas ganas de hacerlo desde hace tiempo, pero en las presenciales no le era posible, así que al ser on line sí lo ha podido hacer. También asistió invitada Rosa, del grupo Madrid, pues tenía interés en conocer cómo se hace. Estuvimos 10 personas, con alguna ausencia.
Compartimos el texto de la reunión:
Tras la lectura de los textos evangélicos, invocamos al Espíritu pidiéndole que se hiciera presente inspirándonos la Palabra. Primero hubo una reflexión sobre el evangelio y después un diálogo muy enriquecedor.
Nos consuela y anima conocer que, no sólo nosotros y la humanidad entera estamos en un aprieto, también lo estaban Jesucristo y el pueblo judío, su pueblo. Jesucristo no vivió en un mundo idílico. El pueblo judío estaba ocupado por el imperio romano, el poder religioso estaba alejado de Dios amor, lo desconocía, y oprimían a la gente con sus creencias de que Dios enviaba la pobreza y la enfermedad, por ejemplo. Los enfermos eran impuros. También los pecadores públicos, olvidando el poder religioso que ellos también lo eran, lo dije Jesús: “el que esté libre de pecado, que eche la primera piedra”
Además, Jesús, cuando comienza su vida pública, anunciando la Buena noticia por las calles de Galilea, lo hace tras enterarse que a Juan le habían encerrado en la cárcel. Este hecho le anunciaba a Jesús lo peligroso de su misión. Así que no vale que digamos “es que Él lo tuvo fácil” . Nunca lo tuvo. Por eso su anuncio de la Buena Noticia de Dios en un mundo hostil, es tan importante para toda la humanidad, a lo largo de los tiempos.
Hubo un rato de intercambio personal, risas, alegría
por ser capaces de hacerlo y animados para la siguiente reunión, que será el
lunes 16 de noviembre.
C. P.
