El pasado fin de semana celebramos el Encuentro Nacional de Laicos Dehonianos, siguiendo el programa previsto y muy reconfortados por los momentos vividos.
El viernes
por la tarde en Salamanca fuimos acogidos los participantes de los diversos
grupos, disfrutando después de la cena, de una agradable reunión para
compartir, charlar, reír…
Dado
que el tema del Encuentro era la Oración, el sábado por la mañana en Alba de
Tormes y en concreto en el Monasterio de las MM. Benedictinas, tuvo lugar una
preciosa y a su vez muy fructífera, charla-coloquio con la que ha sido durante
muchos años su Abadesa, Madre Concepción, que nos transmitió su experiencia en
este tema.
A
continuación, en la Iglesia de las MM. Carmelitas, participamos con otros
peregrinos en la Eucaristía del peregrino, donde concelebraron los delegados
SCJ que nos acompañaban.
Después
de comer con la comunidad SCJ de Alba de Tormes y tener una muy animada
sobremesa, estuvimos con un alfarero, mostrando cómo era su oficio, tan popular
en esa localidad y de arraigada tradición.
Antes
de volver a realizar los Talleres preparados, en un lugar muy cercano al río,
descansamos para poder refrescarnos y retomar fuerzas para el resto de la
tarde, participando en tres talleres: Orar con la Palabra, con el Arte y en la
Adoración Eucarística. Se organizaron 3 grupos para que todos los asistentes,
de manera rotativa, pudieran participar en todos y cada uno de ellos.
Al
terminar la cena y a su vez, término de la jornada en la casa de Alba, con tan
buena acogida por parte de su comunidad y muy reconfortados interiormente con
lo vivido durante el día, se salió directamente para Salamanca donde se
celebraba el festival de Luz y Vanguardias, recorriendo algunos de sus
monumentos más emblemáticos, en los que se realizaban estos eventos.
Sin
madrugar el domingo, en el desayuno fue presentado el nuevo Delegado, P. Isidro
Núñez, para ya darnos la información de manera oficial, al tratar de la vida y
marcha de los grupos, realizada antes de la Eucaristía, que fue vivida muy
profundamente y participativa, como es habitual en nuestros Encuentros. Antes
de su finalización, cada coordinador de los diferentes grupo de laicos, presentó al P. Ramón algún poema o carta, en acción de gracias por el tiempo dedicado al laicado dehoniano, y
deseándole una feliz misión en Roma.
Una vez
realizada la comida, comenzó la marcha para cada punto de origen, dado el largo
viaje que supone para alguno de los grupos.
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