
LAICOS DEHONIANOS VALENCIA
15- Enero- 2014
El miércoles, día 15 de enero, nos reunimos en los locales de Esic el grupo local. Faltaron 5 personas, por motivos diversos.
Tras la oración inicial, se leyó el
texto del Padre Dehon. Y después se proclamó la Buena Noticia.
Hubo una reflexión sobre cada texto
evangélico y una enriquecedora puesta en
común sobre el mismo, en un ambiente fraterno.
Oración inicial:
Señor Jesús, envía tu Espíritu, para que Él
nos ayude a comprender la Palabra.
Crea en nosotros el silencio para escuchar tu
voz en la Creación y en la Escritura, en los acontecimientos y en las personas,
sobre todo en los pobres y en los que sufren.
Te lo pedimos a Ti, Jesús, Hijo de María, que
nos has revelado al Padre y enviado tu Espíritu. Amén
Padre Dehon: “La sagrada Escritura y la lectura
espiritual”
La sagrada
Escritura es, con la divina eucaristía, el alimento de nuestra vida espiritual.
Es una parte de nuestro pan sobrenatural. “No
solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”
(Mt 4,4).
Los
Sacerdotes del Corazón de Jesús, deseosos de acrecentar su propia vida
sobrenatural, harán de la sagrada Escritura su pan cotidiano. Éste será su
estudio preferido. En la sagrada Escritura, con la ayuda de la oración, es
donde aprenderán mejor a conocer al Corazón de Jesús, objeto de su único amor.
El apóstol
san Juan es por excelencia el apóstol del amor, el teólogo del Corazón de
Jesús, aunque todos los libros sagrados nos hablan del Salvador.
En el
Antiguo Testamento, Jesús es anunciado, figurado y preparado.
En el
Evangelio, lo vemos viviendo sobre la tierra, con sus palabras y sus misterios.
En las
Epístolas, en los Hechos de los Apóstoles y en el Apocalipsis, Jesús aparece
continuado en la Iglesia y triunfante en el cielo.
Todas
nuestras lecturas de la sagrada Escritura y de los autores ascéticos han de
servimos para conocer mejor a Jesús, a fin de aprender a amarle más.
El fruto de
estas lecturas, como el de nuestras oraciones, ha de ser siempre un amor nuevo
y más ardiente al Corazón de Jesús.
(Directorio Espiritual, 143)
Mateo 3, 13-17
En aquel tiempo,
fue Jesús de Galilea
al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara.
Pero Juan intentaba disuadirlo,
diciéndole:
-«Soy yo el que
necesito que tú me bautices, ¿y tú
acudes a mí?»
Jesús le contestó:
-«Déjalo
ahora. Está bien que cumplamos así todo lo que Dios quiere. »
Entonces Juan se lo
permitió.
Apenas se bautizó
Jesús, salió del agua; se abrió el cielo y vio que el Espíritu de Dios bajaba
como una paloma y se posaba sobre él.
Y vino una voz del
cielo que decía-
-«Éste es mi Hijo, el
amado, mi predilecto.»
Juan 1,29-34
Juan vio a Jesús que
se acercaba a él, y dijo:
Éste es el Cordero de
Dios, que quita el pecado del mundo.
A éste me
refería yo cuando dije:
“Detrás de mí viene uno que es superior a mí, porque
ya existía antes que yo”
Ni yo mismo sabía
quién era, pero Dios me encomendó bautizar precisamente para que él tenga
ocasión de darse a conocer a Israel.
Y Juan prosiguió:
-He visto que el
Espíritu bajaba del cielo como una paloma, y permanecía sobre él.
Ni yo mismo sabía
quién era, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo:
-Aquél sobre quien
veas que baja el Espíritu y permanece sobre él,
ése es quien ha de
bautizar con Espíritu Santo."
Y puesto que lo
he visto, testifico que éste es el Hijo de Dios.
Fotos de archivo del grupo de Valencia
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