LAICOS DEHONIANOS VALENCIA
7- Mayo- 2014
El pasado día
7 de mayo, nos reunimos en los locales de Esic, el grupo local de laicos dehonianos. Asistimos 14 personas, faltando 4 por distintos motivos.
Como novedad en el grupo, José luís Munilla
Martínez, SCJ, nuestro acompañante
durante 8 años, acaba de ser nombrado Superior Provincial de los SCJ.
Es motivo de
alegría, por la confianza en él depositada, y de tristeza, porque eso supone su marcha a
Madrid, por lo que va a dejar de
acompañarnos.
Muy
agradecidos a José Luís, porque ha hecho posible, con su interés y su presencia
en el grupo de laicos dehonianos, de Valencia, que el grupo se consolide.
Oración inicial.
Frases del Padre
Dehon:
“No hay que buscar en el Evangelio otra cosa que el amor de Jesús, desde su
encarnación hasta su muerte”
“Tú amarás. Tú amarás a tu Dios, tú
amarás a tu prójimo como a ti mismo, he ahí toda la moral”. “Dios es amor, y
nosotros creemos en el amor, he ahí todo el objeto de nuestra fe”.
“Ante
todo, sacerdote o laico comprometido, es necesario que entiendan que no han
sido hechos para la sacristía. Ustedes son la sal de la tierra y la luz de la
vida social.”
La Buena Noticia según
San Lucas 24, 13‑35
Dos discípulos de Jesús iban andando aquel
mismo día,
el primero de la semana, a una aldea
llamada Emaús,
distante unas dos leguas de Jerusalén;
iban comentando todo lo que había sucedido.
Mientras conversaban y discutían,
Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos.
Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo.
El les dijo:
— ¿Qué conversación es esa que traéis
mientras vais de camino?
Ellos se detuvieron preocupados.
Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le
replicó:
— ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que
no sabes lo que ha pasado allí estos días?
El les preguntó:
— ¿Qué?
Ellos le contestaron:
— Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta
poderoso en obras y palabras
ante Dios y todo
el pueblo;
cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y
nuestros jefes para que lo condenaran a muerte,
y lo crucificaron.
Nosotros esperábamos que él fuera el futuro
liberador de Israel.
Y ya ves, hace dos días que sucedió esto.
Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo
nos han sobresaltado,
pues fueron muy de mañana al sepulcro, no
encontraron su cuerpo,
e incluso vinieron diciendo que habían visto
una aparición de ángeles,
que les habían dicho que estaba vivo.
Algunos de los nuestros fueron también al
sepulcro
y lo encontraron como habían dicho las
mujeres; pero a él no le vieron.
Entonces Jesús les dijo:
— ¡Qué necios y torpes sois para creer lo que
anunciaron los profetas!
¿No era necesario que el Mesías padeciera
esto para entrar en su gloria?
Y comenzando por Moisés y siguiendo por los
profetas
les explicó lo que se refería a él en toda la
Escritura.
Ya cerca de la aldea donde iban, él hizo ademán de seguir adelante,
pero ellos le apremiaron diciendo:
— Quédate con nosotros porque atardece y el
día va de caída.
Y entró para quedarse con ellos.
Sentado a la mesa con ellos tomó el pan,
pronunció la bendición, lo partió y se lo
dio.
A ellos se les abrieron los ojos y lo
reconocieron.
Pero él desapareció.
Ellos comentaron:
— ¿No ardía nuestro corazón mientras nos
hablaba por el camino
y nos explicaba las Escrituras?
Y levantándose al momento,
se volvieron a Jerusalén,
donde encontraron reunidos a los once con sus
compañeros,
que estaban diciendo:
— Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido
a Simón.
Y ellos contaron lo que les había pasado por
el camino
y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
--------------------------------------------------------------
--------------------------------------------------------------
Tras la proclamación de la Palabra, hubo
una reflexión sobre el texto evangélico
y una enriquecedora puesta en común sobre el mismo.
Al finalizar, estuvimos hablando con
José Luís Munilla, SCJ, sobre su reciente nombramiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario