Texto completo de la Carta del
Papa Francisco, fechada el 6 de agosto de 2015, Fiesta de la Transfiguración
del Señor:
A los Venerables Hermanos
Cardenal
Peter Kodwo Appiah TURKSON
Presidente
del Pontificio Consejo Justicia y Paz
Cardenal Kurt KOCH
Presidente
del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos
Compartiendo con el amado hermano Bartolomé, Patriarca Ecuménico,
la preocupación por el futuro de la creación (cf. Carta Enc. Laudato si’, 7-9)
y, acogiendo la sugerencia de su representante, el Metropolita Ioannis de
Pérgamo, que intervino en la presentación de la Encíclica Laudato si’ sobre el
cuidado de la casa común, deseo comunicarles que he decidido instituir también
en la Iglesia Católica la «Jornada
Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación», que, a partir del año en
curso, será celebrada el 1 de septiembre, tal como acontece desde hace tiempo
en la Iglesia Ortodoxa.
Como cristianos, queremos ofrecer nuestra contribución para
superar la crisis ecológica que está viviendo la humanidad.
Para ello debemos ante todo
extraer de nuestro rico patrimonio espiritual las motivaciones que alimentan la
pasión por el cuidado de la creación, recordando siempre que, para los
creyentes en Jesucristo, Verbo de Dios hecho hombre por nosotros, «la
espiritualidad no está desconectada del propio cuerpo, ni de la naturaleza o de
las realidades de este mundo, sino que vive con ellas y en ellas, en comunión
con todo lo que nos rodea» (ibíd., 216).
La crisis ecológica nos llama
por tanto a una profunda conversión espiritual: los cristianos están llamados a
una «conversión ecológica, que implica dejar brotar todas las consecuencias de
su encuentro con Jesucristo en las relaciones con el mundo que los rodea»
(ibíd., 217). De hecho, «vivir la vocación de ser protectores de la obra de
Dios es parte esencial de una existencia virtuosa, no consiste en algo opcional
ni en un aspecto secundario de la experiencia cristiana» (ibíd.).
La
Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, que se celebrará anualmente, ofrecerá a
cada creyente y a las comunidades una valiosa oportunidad de renovar la
adhesión personal a la propia vocación de custodios de la creación, elevando a
Dios una acción de gracias por la maravillosa obra que Él ha confiado a nuestro
cuidado, invocando su ayuda para la protección de la creación y su misericordia
por los pecados cometidos contra el mundo en el que vivimos.
La celebración de la Jornada en
la misma fecha que la Iglesia Ortodoxa será una buena ocasión para testimoniar
nuestra creciente comunión con los hermanos ortodoxos.
Vivimos en un tiempo en el que
todos los cristianos afrontamos idénticos e importantes desafíos, y a los que
debemos dar respuestas comunes, si queremos ser más creíbles y eficaces.
Por esto, espero que esta
Jornada pueda contar con la participación de otras Iglesias y Comunidades
eclesiales y se pueda celebrar en sintonía con las iniciativas que el Consejo
Ecuménico de las Iglesias promueve sobre este tema.
Le pido a Usted, cardenal Turkson, Presidente del Pontificio
Consejo de Justicia y Paz, que ponga en conocimiento de las Comisiones de
Justicia y Paz de las Conferencias Episcopales, así como de los Organismos
nacionales e internacionales que trabajan en el ámbito ecológico, la
institución de la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación,
para que, de acuerdo con las exigencias y las situaciones locales, la
celebración se organice debidamente con la participación de todo el Pueblo de
Dios: sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles laicos.
Para este propósito, y en
colaboración con las Conferencias Episcopales, ese Dicasterio se esforzará por
llevar a cabo iniciativas adecuadas de promoción y animación, para que esta
celebración anual sea un momento intenso de oración, reflexión, conversión y
asunción de estilos de vida coherentes.
Le pido a Usted, cardenal Koch, presidente del Pontificio Consejo
para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, que se ponga en contacto con
el Patriarcado Ecuménico y con las demás realidades ecuménicas, para que dicha
Jornada Mundial sea signo de un camino que todos los creyentes en Cristo
recorren juntos.
Además, ese Dicasterio se ocupará de la
coordinación con iniciativas similares organizadas por el Consejo Ecuménico de
las Iglesias.
Esperando la más amplia colaboración para el buen comienzo y
desarrollo de la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación,
invoco la intercesión de la Madre de Dios María Santísima y de san Francisco de
Asís, cuyo Cántico de las Criaturas mueve a tantos hombres y mujeres de buena
voluntad a vivir alabando al Creador y respetando la creación.
Como confirmación de estos
deseos, le imparto a ustedes, Señores cardenales, y a cuantos colaboran en su
ministerio, la Bendición Apostólica.
Vaticano, 6 de agosto de 2015
Fiesta de la Transfiguración
del Señor»
No hay comentarios:
Publicar un comentario