Hola Familia Dehoniana, soy
Casi del grupo de laicos de Alba de Tormes.
Quiero compartir mi
experiencia en el taller “A vino nuevo, odres nuevos”, impartido por el P.
Valeriano.
Me hubiese gustado asistir a
algún taller más, pero elegí este porque me llamó la atención la originalidad y
quería saber como se puede establecer una conexión entre el vino con tantas
connotaciones bíblicas y la vida de fe para poder ser un poco más reparadores.
Éramos unas 15 personas las
que participábamos en el taller, con un ambiente distendido comenzó Valeriano
con una introducción de cómo había surgido la idea. A continuación, nos
presentó a Claudia, un sumiller que con su desparpajo argentino nos hizo entrar
en los aspectos básicos de una cata de vinos y la gran sorpresa fue que Claudia
había hecho una investigación sobre cual podía haber sido el vino que tomaron
Jesús y sus discípulos en la última cena (nos dio una idea de cual podía haber
sido).
Hicimos la cata poniendo en
práctica la lección ofrecida por Claudia.
Valeriano, con su dinamismo,
sencillez y don de palabra nos invitó a reflexionar sobre la elección del vino
para llevarlo a nuestras vidas de fe y reparación. Nos invita a reflexionar con
algunas preguntas.
Gracias Valeriano,
por
compartir y hacernos partícipes de este taller y esta experiencia.
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