15/10/16

Crónica del Encuentro en Quito- Ecuador, de María Rodenas con los laicos dehonianos.




REUNIÓN DE LAICOS DEHONIANOS EN QUITO (ECUADOR)

Dios nos regala momentos únicos y así lo fue durante mi visita a Ecuador en el mes de septiembre donde se me invitó a participar en la reunión mantenida por los laicos dehonianos de Quito. En ella pude compartir el sentir de los encuentros que tienen mensualmente.

En Ecuador, durante mi año de voluntariado, es donde comenzó mi caminar como laica, por lo que quiero dar las gracias a Dios y al grupo por todo lo vivido antes de mi regreso a España.

El grupo de laicos de Quito comenzó en el año 2014, con una actividad marcada por los momentos de oración y la formación en el carisma dehoniano. Además de los encuentros que se realizan una vez al mes, cada laico se encuentra inserto en grupos pastorales viviendo de esta forma, nuestro carisma.

Las actividades que han realizado en este año se han basado en retiros espirituales, convivencias y paseos, destacando además un encuentro nacional de laicos en Ecuador. Junto con esto, no hay que olvidar que la formación es importante y se ha trabajado en temas específicos con personas que vienen de fuera a visitar la parroquia.

También se ha elaborado un teatro sobre la vida del fundador, el padre Dehón, consiguiendo que se conozca de manera más general y llegando a todos, el grupo de laicos. Además, han organizado la novena del Sagrado Corazón de Jesús.

Como aspecto importante en materia de la recogida de fondos, se hacen actividades de venta de comidas, rifas o colaboraciones a nivel personal.

Durante el espacio que pudimos compartir, pusimos en común las distintas actividades que se realizan tanto en Ecuador como en España, y se nos invitó a participar en la profesión perpetua de nuestro hermano y coordinador del grupo de laicos, Humberto Hidalgo el 15 de octubre en la Parroquia Santa María de la Argelia. Desde España le deseamos a nuestro hermano un gran día acompañado de sus seres queridos y amigos.

Para finalizar la reunión se hizo un compartir entre todos, con las distintas propuestas y actividades de cara al curso que viene.

A modo de conclusión, es importante resaltar que la actividad de los laicos en Quito es dinámica, con mucha ilusión y con un deseo importante de conocer y seguir el camino del carisma dehoniano. A pesar de las diferencias que puedan existir entre los grupos de todos los lugares del mundo, nos une el mismo camino y el deseo de formar parte de esta gran familia dehoniana: “Un corazón para amar. Una vida para entregar”.

                   María Rodenas Martínez




10/10/16

Familia Dehoniana: "Haz latir el corazón del mundo"







Ya está aquí www.hazlatirelcorazondelmundo.com, una nueva plataforma desde la que queremos poner en valor todas las acciones que desarrollamos la gran Familia Dehoniana.


Desde aquí se conocerá la labor que hacemos en nuestras misiones y los principales proyectos ayudando a los más necesitados. ¡Tus latidos nos llenan de vida! ¿Te animas?






9/10/16

Javier Luengo: Delegado provincial de Laicos Dehonianos y de la Misión compartida.







Javier Luengo es el Delegado provincial de Laicos Dehonianos y el Delegado provincial para la Misión compartida, en un ejercicio con muchos proyectos y retos por delante. Ilusionado y con una gran responsabilidad, nos disecciona las líneas generales de actuación.

– ¿Qué significa ser el Coordinador de Laicos Dehonianos?

– En este momento es un reto para mí, porque creo que los religiosos hemos entendido que la misión que llevamos en colegios, en parroquias, de ESIC, en distintos ámbitos… no las podemos hacer como si fuéramos nosotros, los religiosos los que tomamos las decisiones, y el resto de laicos solamente colabora. Esto poco a poco ha ido calando y ya, prácticamente, no hay nadie que no esté convencido de que es una misión compartida. Tenemos que aprender a compartir la Misión y aceptar que hay otras personas que toman decisiones sobre nosotros.
Por otra parte, muchos de nuestros laicos están acostumbrados a hacer lo que nosotros les planteamos, pero no a tomar las riendas, a tomar las decisiones. Eso es un mutuo aprendizaje, lo cual a mí me entusiasma, porque aprender es estupendo y que nos pongamos un grupo de personas a aprender mutuamente me parece que es una cosa buenísima.

– El ejemplo de lo que comenta fue el tema central de la última edición de la Semana Ibérica.

– La Semana Ibérica me encantó, salí muy contento porque desde el año 2000 se nos encomendó a otro compañero y a mí la labor de crear y empezar con el grupo de Laicos Dehonianos. No sabíamos en ese momento por dónde tirar, empezamos a llamar a gente que era cercana a nosotros, que compartíamos cosas, y fue surgiendo una nueva mentalidad. Porque te preguntas: ¿llamar a laicos, para qué? Para compartir la espiritualidad, nuestro modo de ver las cosas, nuestro modo de rezar, pero te puedes preguntar también que hay un montón de gente que está a piñón con nosotros en la toma de responsabilidades, en la toma de decisiones, a la hora de atender un niño, en la universidad… Esto tiene que ser algo más grande, no somos solo nosotros, los religiosos, los que estamos al centro de la misión.

La Congregación empezó a plantearse el tema de compartir la misión a muchos niveles, no es algo que nos pertenece a los religiosos, sino al mundo y a la Iglesia. ¿Quiénes somos nosotros para decirle a alguien que es de segunda en este mundo? Desde entonces se ha ido trabajando en ello. Con las buenas ideas hay que tener paciencia, poco a poco ir sembrando para que la gente vaya cambiando de mentalidad y ahora está la cosa madura para dar el paso y decir definitivamente “vamos a compartir la misión”, como gente que comparte de igual a igual, que es la idea.

– En Salamanca, ¿con qué concepto se quedó de los grupos de trabajo?

– En primer lugar me quedé con la idea de esperanza, porque no solo se abre un nuevo futuro a nuestras instituciones, también a una nueva manera de hacer las cosas, y a mí eso me encanta. Me parece que es muy profético y creo que es algo que tenemos que afrontar. En segundo lugar me quedé con la idea de “aprendizaje”. Porque vamos a tener que aprender los religiosos, no a ceder, sino aprender a trabajar con otros que, por otra parte ya sabemos hacerlo en muchos ámbitos. Pero sí creo que tenemos que aprender a tener más en cuenta las opiniones, a las personas que trabajan con nosotros, y creo que muchos laicos tienen que aprender a asumir responsabilidades y un sentido mayor de pertenencia: que si una cosa no sale les duela, que lo tomen como algo propio. En tercer lugar me llevé una inquietud: hemos abierto expectativas en la gente que ahora no podemos defraudar. Y es que esto nos pone a prueba a todos, nos exige, porque le hemos dicho a la gente que tiene que asumir más protagonismo, y si ahora alguien  cierra puertas será difícil de justificar.

– En los últimos años los laicos Dehonianos han ido ganando importancia, motivo por el que se toma la decisión de ir juntos por el mismo objetivo. ¿Cómo ha vivido la transformación del papel de los laicos?

– La he vivido con tranquilidad e ilusión, porque a mí personalmente  compartir  proyectos con otras me personas es fantástico, se aprende unos de otros, las cosas salen mejor, se convoca más gente, se involucra más gente, se crea un ambiente de trabajo y de pertenencia que si lo hicieras tú solo no se crearía. Estoy convencido del trabajo en equipo. Como docente me encanta el trabajo cooperativo, pero es que me he dedicado sobre todo a la Pastoral Juvenil y creamos un equipo de jóvenes, se les ha dado protagonismo, con el equipo de laicos también, una de las cosas que más costó fue que vieran que es un equipo suyo, que estamos de asesores o acompañantes, pero que no vamos a tomar decisiones por ellos. Ver a la gente crecer cuando asume responsabilidades es muy bonito.

– ¿Hoy en día está la Provincia preparada para asumir el cambio?

– Sí. Tendremos que aprender algo, todavía nos queda, pero no podemos esperar más. Hay cosas que por mucho que se le expliquen a algunas personas, no se va a convencer, hay otra gente que se irá convenciendo cuando vayan yendo las cosas adelante, y otros, la mayoría son unos entusiastas que enseguida nos entusiasmamos con las cosas y tiramos para adelante.

– De cara a este curso, ¿qué proyectos nuevos van a introducir?

– Veo varios retos posibles: tenemos que crear equipos directivos en todos los centros y que esos equipos directivos, de alguna manera, establezcan una estructura para que sientan que la misión es suya también. Eso de cara a los centros educativos. Luego están los Laicos Dehonianos, que creo que deben tomar más protagonismo y recuperar el entusiasmo, haciendo una campaña más amplia para que haya más gente que, probablemente no nos conoce, y les encantaría participar. Creo que tenemos que encontrar el modo de juntarnos cada uno o dos años todos los que somos Familia Dehoniana: laicos, jóvenes, religiosos, profesores, catequistas…; que se nos vea, que hagamos algo en lo que todos estemos representados y visibilizar lo que es la familia Dehoniana. Hay que abrirse también a la internacionalidad, y aprovecho para deciros que en noviembre hay una reunión europea en Coimbra de la Coordinadora Europea de la Familia Dehoniana. Luego, en mayo hay una Jornada Mundial. Estos pueden ser momentos muy buenos para animar y que salgan ideas de ahí.

– Ha hablado de que los laicos están un poco desanimados, ¿hay que rejuvenecer el concepto, la manera de comunicarse y actuar directamente sobre el origen?

– Los Laicos Dehonianos son personas que se sienten cristianas, que quieren vivir su compromiso de vida y de fe de una manera muy del estilo nuestro, bien porque se han educado con nosotros, o nos conocen y han captado eso y les encanta. ¿Qué pasa? Hay personas que no conocen el grupo, otras no se creen capaces de estar en el grupo y esto hay que comunicarlo. No creo en los planteamientos de “¿hay alguien que se apunta?”, hay que ir a las personas. Además, creo en el boca a boca para encontrar a padres, profesores, profesionales que trabajan con nosotros… que les encantaría compartir nuestra misión y hay que proponerlo. Va a ir de la mano la misión compartida con el hecho de que haya personas que asuman nuestro carisma y lo llevan adelante sin ser religiosos.

– ¿Van a ser muy importantes los centros educativos para implantar esto?


– Sí, porque ahora mismo, es un lugar donde entramos en contacto con mucha gente, tanto en los colegios como en ESIC. Las parroquias también tienen un potencial enorme porque, a diferencia de los colegios donde tienes a los alumnos durante un tiempo, pero luego la vida familiar está en otro sitio, la parroquia está en el territorio, y tiene acceso directo a la vida personal de la gente. En este sentido las parroquias tienen su campo. Y luego están las misiones. Creo que hay mucha gente que va a hacer el Voluntariado Misionero, que va a Ecuador,  captan allí nuestro estilo y cuando vienen estarían deseando que les ofreciéramos algo. También hay muchos jóvenes que tienen familia y les voy a invitar a que den el paso a ser Laicos Dehonianos.

Laicos Dehonianos-Video

Video clip donde el corazón