29/4/13

XVI Jornadas de Teología sobre la Caridad- Salamanca








Monseñor Agrelo y Vicente Altaba

Cáritas. 29 de abril de 2013.- Después de tres días de profundo trabajo de reflexión, en el que han dado cita más de 200 participantes procedentes de 36 Cáritas Diocesanas de todo el país, ayer culminaron en Salamanca, con una solemne eucaristía celebrada en la Casa de la Iglesia, las XVI Jornadas de Teología de la Caridad, organizadas por Cáritas Española bajo la coordinación de su delegado episcopal, Vicente Altaba.

“Decir amar para decir evangelizar”

Correspondió a monseñor Santiago Agrelo, arzobispo de Tánger, poner el broche final al encuentro con la ponencia “Decir Amar para decir Evangelizar”, que comenzó con un análisis del contexto de la Iglesia de Tánger, donde, aunque reducida en cuanto a tamaño y al número de personas que la conforman, la vida está por encima de cualquier discurso.
En segundo lugar, el prelado señaló cómo sólo el amor dice bien de Dios, es decir, el amor como camino de evangelización y cómo, para Dios, revelarse, significa darse. “Sólo el amor dice bien de la verdad, pero sólo la verdad puede decir bien del amor. Para ello, debemos amar como Dios nos ama. La fe, más que una doctrina, es una realidad, debemos aplicar el Evangelio a la práctica de la caridad”, explicó monseñor Agrelo ante una audiencia a la que definió como una “asamblea de expertos en amor”.
En tercer lugar, el arzobispo de Tánger se refirió a la Eucaristía como “icono del diálogo de Dios con el hombre, donde a través de ésta nos encontramos con Cristo y nos ponemos en comunión con él”.
Finalmente, reflexionó sobre la presencia de Cristo entre los pobres a través de los sacramentos. “Es el Espíritu de Dios el que nos lleva a amar a los más pobres; es el corazón de la Iglesia en el mundo”, aseguró el arzobispo de Tánger, quien culminó su intervención con una llamada “a ser memoria viva de la bondad de Dios con una triple tarea: anunciar la palabra de Dios, celebrar los sacramentos y estar al servicio de la Caridad” (Deus Caritas Est).




Ponencia de Santiago Guijarro

Tras la intervención en las Jornadas, el pasado viernes, de monseñor Raúl Berzosa, obispo de Ciudad Rodrigo, la segunda ponencia, en la mañana del sábado 27 de abril, fue presentada en el Auditorio Calatrava de Salamanca por Santiago Guijarro, profesor de Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca.
Tras hacer un repaso de la actividad caritativa de las primeras comunidades cristianas, donde la diakonía ya era un pilar fundamental, Guijarro orientó su intervención en averiguar si esta actividad era ya tan importante en las comunidades de la primera generación y qué papel desempeñó dicha actividad en la primera evangelización.

Su ponencia se estructuró en cuatro puntos principales:

1. El relato normativo de la primera evangelización, en el que la conversión es el resultado de la acogida del mensaje.

2. La pobreza y la ayuda social en el mundo antiguo. La acción caritativa de las primeras comunidades cristianas debe situarse en un escenario en el que la pobreza tenía un rostro y unas circunstancias concretas. En el mundo romano, exceptuando un pequeño grupo de “ricos”, la mayoría de la población vivía en los límites de la subsistencia y no pocos habían traspasado estos límites. A pesar de ello, las diversas formas de ayuda social no iban dirigidas preferentemente a los pobres, sino que tenían por objeto ensalzar el honor del donante. Sólo en las comunidades judías se habían desarrollado formas de caridad que tenían en cuenta al pobre. Estas acciones estaban inspiradas por una visión de Dios que se interesa por los desvalidos.

3. El ejercicio de la caridad en las primeras comunidades. La ayuda a los pobres y desvalidos se convirtió en una seña de identidad del cristianismo. Esta seña de identidad, que se hizo más visible a medida que pasaba el tiempo, puede rastrearse hasta los mismos comienzos, pues se inspira en Jesús.

4. La práctica de la caridad y la misión evangelizadora. La misión evangelizadora tenía como meta la conversión, entendida como adhesión al mensaje y al estilo de vida de las comunidades cristianas. La práctica de la caridad pudo haber tenido un especial impacto en las dos primeras, pues, como han mostrado los estudios sobre la conversión, en las fases iniciales del proceso son determinantes las relaciones personales, la acogida, etc.
Santiago Guijarro concluyó su ponencia resaltando dos datos importantes: La novedad que supuso la acción caritativa de las comunidades cristianas en un mundo que carecía de sensibilidad y estructuras para la atención de los pobres, y, segundo, el impacto de este estilo de vida en la difusión del cristianismo.




Mesa de comunicaciones

Tras la segunda ponencia de las Jornadas, el sábado por la mañana se celebró la mesa de comunicaciones, en la que participaron Jorge Díez, voluntario de Cáritas Diocesana de Salamanca; Llorenç Fernández, sacerdote de Mallorca; y Maite Quintana, secretaria general de Cáritas Pamplona.

Jorge, desde su experiencia como voluntario con enfermos de VIH-Sida, además de destacar el enriquecimiento personal por la experiencia de vida que ofrecen las personas con las que trabaja, denunció la discriminación que sufren algunos enfermos a todos los niveles y explicó, como creyente, su posición de voluntario que enriquece su experiencia de fe.

Maite, por su parte, profundizó en su experiencia personal y planteó la necesidad de unir los discursos de fe con la práctica real de la caridad. Instó, en este sentido, a que los discursos oficiales de Cáritas tengan un mayor sentido de autenticidad evangélica.
Finalmente, desde su experiencia en un barrio marginal de Palma de Mallorca, Llorenç apeló a un mayor acercamiento de la Iglesia a los que sufren en la calle, para lo cual sugirió salir más de la parroquia para encontrarse y acercarse a los más débil.



Intervención de Armando Cester


Armando Cester, profesor del Instituto Diocesano de Estudios Teológicos para seglares de Zaragoza, desarrolló, en la tarde del sábado, la tercera ponencia de las Jornadas, en la que abordó una reflexión sobre la credibilidad de la Iglesia a diferentes niveles.
El ponente subrayó la necesidad de reforzar la credibilidad de la Iglesia para que pueda ejercer efectivamente su condición de sujeto de la evangelización que el mundo necesita. “Reforzar la credibilidad de la Iglesia –indicó-- comporta para los cristianos no solo afirmar que nuestra Iglesia es la de Jesús, sino que debemos legitimar y hacer visible esta afirmación para que la credibilidad eclesial crezca. Para que la Iglesia sea creíble debe producir signos de salvación que anuncien y realicen el Reino de Dios”.

Para Cester, la credibilidad eclesial depende en buena medida del esfuerzo serio para construir la fraternidad y ayudar a los necesitados, siendo fiel a lo específico de la actividad caritativa-social de la Iglesia. Es decir, para que la Iglesia sea signo de credibilidad debe ser una comunidad cristiana fraterna que comparte en todos los niveles de las relaciones humanas, que vive en comunicación de bienes espirituales y materiales como en las primeras comunidades cristianas. La acción caritativa-social eclesial, significa y hace creíble el amor de la Iglesia por los desfavorecidos.

En conclusión, la acción social y caritativa de la Iglesia, en opinión de Armando Cester, debe entrañar una opción llena de amor por los excluidos y marginados por parte de la comunidad cristiana en cuanto tal y en su totalidad. Es importante, por ello, reflexionar sobre el “modo” en cómo debemos realizar el ejercicio de la caridad y valorar como algo fundamental que la credibilidad del testimonio necesita de la comunión y confesión eclesial.




Mesa de testimonios

La sesión vespertina del sábado 28 de abril se completó con una Mesa de testimonios, en la que participaron Jorge Dompablo, sacerdote de la diócesis de Madrid; Ana Isabel González, misionera mercedaria de Bérriz; y Sergio Barciela, técnico de los servicios generales de Cáritas Española.

Mientras que Jorge --sacerdote en los barrios de Carabanchel y San Blas, donde ha aprendido día a día a rezar con el sufrimiento de las familias— incidió, desde la narración de su experiencia en la parroquia, en la necesidad de hacer creíble la caridad en las parroquias y dar testimonio explícito de Jesucristo, Ana Isabel expuso su testimonio desde la visión del mismo Evangelio que interpela la propia vida, desde un Evangelio como desafío, desde un Evangelio desde la pobreza, desde el compartir la cruz del otro y desde un Evangelio de esperanza.

Sergio, por su parte, realizó un recorrido de su vida, explicada como su historia de salvación y recordando a todas las personas sobre las que ha edificado su trayectoria, desde la vida de la fe en el seno de su familia y el vivir el Evangelio cada día, hasta sus experiencias de voluntariado en Guatemala, explicando cómo todas las cosas pierden el sentido si no son vividas con pasión, “si no te arde el corazón”. Lo mismo ocurre con la fe, la fe que se transmite con la esperanza.


19/4/13

Papa Francisco: La Palabra de Dios hay que entenderla con el corazón más que con la cabeza








La conversión de San Pablo y el discurso de Jesús en la Sinagoga de Cafarnaúm son las lecturas bíblicas que centraron la homilía del Papa Francisco hoy, durante la misa mañanera en la Domus Santa Marta. El Papa se refirió a un Jesús que habla: habla a Saulo que le persigue, habla a Ananías, llamado a acoger a Saulo, y habla también a los doctores de la Ley, diciéndoles que quien no come su carne y no bebe su sangre no se salvará.
 
La voz de Jesús, afirmó el Papa, “pasa por nuestra mente y va al corazón. Porque Jesús busca nuestra conversión”. Pablo y Ananías responden con perplejidad, pero con el corazón abierto. Los doctores de la Ley de otra manera, discutiendo entre ellos y contestan duramente a las palabras de Jesús.
 
“Pablo y Ananías responden como los grandes de la historia de la salvación, como Jeremías, Isaías. También Moisés tuvo sus dificultades: ‘Pero Señor, yo no sé hablar, cómo iré a los egipcios a decir esto?’. Y María: ‘Pero, Señor, ¡yo no estoy casada!’. Es la respuesta de la humildad, de quien acoge la Palabra de Dios con corazón. En cambio, los doctores responden sólo con la cabeza. No saben que la Palabra de Dios va al corazón, no saben de conversión”.
 
El Papa explica quiénes son los que responden sólo con la cabeza:
 
“Son los grandes teólogos. La Palabra de Jesús va al corazón porque es la Palabra de amor, es palabra hermosa y trae el amor, nos hace amar. Estos cortan el camino del amor: los ideólogos. Y también la de la belleza. Y se pusieron a discutir ásperamente entre ellos: ‘¿Cómo puede este darnos a comer su carne?’. ¡Todo un problema de intelecto! Y cuando entra la ideología en la Iglesia, cuando entra la ideología en la inteligencia del Evangelio, no se entiende nada”.
 
Son los que caminan sólo “sobre la vía del deber”: es el moralismo de cuantos pretenden realizar del Evangelio sólo lo que entienden con la cabeza. No están “en la vía de la conversión a la que nos invita Jesús”:
 
“Y estos, en la vía del deber, cargan todo sobre los hombros de los fieles. Los ideólogos falsifican el Evangelio. Toda interpretación ideológica, venga de donde venga – de una parte y de otra – es una falsificación del Evangelio. Y estos ideólogos – lo hemos visto en la historia de la Iglesia – acaban por ser, se convierten en intelectuales sin talento, eticistas sin bondad. Y de belleza no hablemos, porque no entienden nada”.
 
“En cambio, el camino del amor, la vía del Evangelio – recuerda el Papa – es sencilla: esta es la vía que han comprendido los Santos”:
 
“¡Los Santos son los que llevan adelante la Iglesia! El camino de la conversión, el camino de la humildad, del amor, del corazón, el camino de la belleza… ¡Oremos hoy al Señor por la Iglesia: que el Señor la libre de toda interpretación ideológica y abra el corazón de la Iglesia, de nuestra Madre Iglesia, al Evangelio sencillo, a ese Evangelio puro que nos habla de amor, que trae el amor y es tan hermoso! Y también nos hace hermosos a nosotros, con la belleza de la santidad. ¡Oremos hoy por la Iglesia!”.
 
 
Texto procedente de la páginahttp://it.radiovaticana.va/news/2013/04/19/papa_francesco:_accogliere_la_parola_di_dio_con_cuore_umile,_l/it1-684369
© Radio Vaticana

 Image Alternative Text

18/4/13

Reflexión del Papa Francisco, muy interesante para los laicos, sobre Hechos de los Apóstoles (8, 1-8).








El papa Francisco, esta mañana 17 de abril, en la celebración de la misa, en la capilla de la residencia de Santa Marta, a la que asistieron numerosos empleados del Instituto para las Obras de Religión (IOR).
Durante la homilía, el papa comenta la primera lectura, de los
 "Tras el martirio de Esteban, estalló una violenta persecución contra la Iglesia de Jerusalén. Hemos leído en en libro de los Hechos que la Iglesia estaba completamente tranquila, completamente en paz, la caridad entre ellos, las viudas eran atendidas. Pero luego llega la persecución. Este es un poco el estilo de la vida de la Iglesia: entre la paz de la caridad y la persecución». Y esto sucede porque esta, explicó, fue la vida de Jesús. Tras la persecución,  todos huyeron excepto los apóstoles. Los cristianos en cambio "se fueron. Solos. Sin presbítero. Sin obispos: solos." Los obispos, los apóstoles, estaban en Jerusalén para hacer un poco de resistencia a estas persecuciones.

Sin embargo lo que huyeron "fueron de lugar en lugar, anunciando la Palabra".  Ellos "dejaron su casa, llevaron consigo quizá pocas cosas; no tenían seguridad, pero fueron de sitio en sitio anunciando la Palabra. Llevaban consigo la riqueza que tenían: la fe. Aquella riqueza que el Señor les había dado. Eran simples fieles, apenas bautizados desde hacía un año o poco más, quizá. Pero tenían el coraje de ir a anunciar. ¡Y les creían! ¡E incluso hacían milagros! "Muchos endemoniados expulsaban espíritus impuros, dando grandes gritos, y muchos paralíticos y lisiados fueron curados".

Y al final "¡hubo gran alegría en aquella ciudad!". Había ido también Felipe. Estos cristianos --cristianos desde hacía poco tiempo- tuvieron la fuerza, el coraje de anunciar a Jesús. Lo anunciaban con las palabras, pero también con su vida. Suscitaban curiosidad: "Pero... ¿quiénes son estos?". Y ellos decían: "Hemos conocido a Jesús, hemos encontrado a Jesús, y lo llevamos". Tenían solo la fuerza del bautismo. Y el bautismo les daba este coraje apostólico, la fuerza del Espíritu".

 «Pienso en nosotros, bautizados, si tenemos esta fuerza. Y pienso: “Pero nosotros, creemos en esto? ¿Que el bautismo sea suficiente para evangelizar? O esperamos que el cura diga, que el obispo diga… ¿Y nosotros?”». Demasiado a menudo,  la gracia del bautismo se deja un poco aparte y nos encerramos en nuestros pensamientos, en nuestras cosas. 

A veces pensamos: “No, nosotros somos cristianos: hemos recibido el bautismo, nos hemos confirmado, hemos hecho la primera comunión… y así el carnet de identidad está bien. Y ahora, dormimos tranquilos: somos cristianos”. 
Pero "¿Dónde está esta fuerza del Espíritu que te lleva adelante?», «¿Somos fieles al Espíritu para anunciar a Jesús con nuestra vida, con nuestro testimonio y con nuestras palabras? Cuando hacemos esto, la Iglesia se convierte en una Iglesia Madre que genera hijos», hijos de la Iglesia que testimonian a Jesús y la fuerza del Espíritu. «Pero cuando no lo hacemos, la Iglesia se convierte no en madre, sino en Iglesia niñera, que cuida al niño para que se duerma. Es una Iglesia adormecida. Pensemos en nuestro bautismo, en la responsabilidad de nuestro bautismo».

Recuerdo un suceso en Japón, en los primeros decenios del siglo XVII, cuando los misioneros católicos fueron expulsados del país y las comunidades permanecieron más de dos siglos sin sacerdotes. Sin. 
Cuando luego volvieron los misioneros ¡encontraron a una comunidad viva en la que todos estaban bautizados, catequizados, casados en la iglesia! E incluso cuantos habían muerto había recibido una sepultura cristiana. 
«Pero no había sacerdote! ¿Quién hizo esto? ¡Los bautizados!». He aquí la gran responsabilidad de los bautizados: «Anunciar a Cristo, llevar adelante la Iglesia, esta maternidad fecunda de la Iglesia. Ser cristiano no es hacer una carrera para hacerse un abogado o un médico cristiano; no. Ser cristiano es un don que nos hace ir adelante con la fuerza del Espíritu en el anuncio de Jesucristo».

 Nuestra Señora oraba mucho. Pero también les animaba: “Id, haced…!”». 
"Pidamos al Señor --concluyó- la gracia de convertirnos en bautizados valientes y seguros de que el Espíritu que tenemos en nosotros, recibido por el bautismo, nos impulsa siempre a anunciar a Jesucristo con nuestra vida, con nuestro testimonio y también con nuestras palabras». 

(17 de abril de 2013) © Innovative Media Inc.



Ciudad del Vaticano, 17 de abril de 2013 (Zenit.orgRedacción | 611 hitos

17/4/13

Carta del papa Francisco a a los obispos que participan de la 105 Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina








Queridos Hermanos: Van estas líneas de saludo y también para excusarme por no poder asistir debido a “compromisos asumidos hace poco” (¿Suena bien?) Estoy espiritualmente junto a ustedes y pido al Señor que los acompañe mucho en estos días. 

Les expreso un deseo: Me gustaría que los trabajos de la Asamblea tengan como marco referencial al Documento de Aparecida y “Navega mar adentro”. Allí están las orientaciones que necesitamos para este momento de la historia. Sobre todo les pido que tengan una especial preocupación por crecer en la misión continental en sus dos aspectos: misión programática y misión paradigmática. Que toda la pastoral sea en clave misionera.

Una Iglesia que no sale, a la corta o a la larga, se enferma en la atmósfera viciada de su encierro. Es verdad también que a una Iglesia que sale le puede pasar lo que a cualquier persona que sale a la calle: tener un accidente. Ante esta alternativa, les quiero decir francamente que prefiero mil veces una Iglesia accidentada que una Iglesia enferma. La enfermedad típica de la Iglesia encerrada es la autorreferencial; mirarse a sí misma, estar encorvada sobre sí misma como aquella mujer del Evangelio. Es una especie de narcisismo que nos conduce a la mundanidad espiritual y al clericalismo sofisticado, y luego nos impide experimentar “la dulce y confortadora alegría de evangelizar”.

Les deseo a todos ustedes esta alegría, que tantas veces va unida a la Cruz, pero que nos salva del resentimiento, de la tristeza y de la soltenoría clerical. Esta alegría nos ayuda a ser cada día más fecundos, gastándonos y deshilachándonos en el servicio al santo pueblo fiel de Dios; esta alegría crecerá más y más en la medida en que tomemos en serio la conversión pastoral que nos pide la Iglesia.
Gracias por todo lo que hacen y por todo lo que van a hacer. Que el Señor nos libre de maquillar nuestro episcopado con los oropeles de la mundanidad, del dinero y del “clericalismo de mercado”. La Virgen nos enseñará el camino de la humildad y ese trabajo silencioso y valiente que lleva adelante el celo apostólico.

Les pido, por favor, que recen por mí, para que no me la crea y sepa escuchar lo que Dios quiere y no lo que yo quiero. Rezo por ustedes.

Un abrazo de hermano y un especial saludo al pueblo fiel de Dios que tienen a su cuidado. Les deseo un santo y feliz tiempo pascual.
Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide.
(17 de abril de 2013) 


11/4/13

Valencia: Reunión grupo de laicos dehonianos




  
El miércoles, 10 de abril, ha habido reunión, en los locales de Esic, del grupo local.
Este ha sido el esquema de la reunión:
-Oración inicial

-Proclamación de la Palabra: Marcos 16, 9-14 y el capítulo 20 de Juan
.
-Hemos reflexionado sobre el  encuentro del Resucitado  con sus discípulos.
Destacando que la experiencia pascual ha sido, fundamentalmente, una experiencia de perdón.

-Puesta en común, ha sido un diálogo muy enriquecedor.

-Lectura de este  pequeño texto del Padre Dehon:

  A Dios no le interesan ni nuestra ciencia ni nuestras obras, si no posee nuestro corazón. La verdad y la caridad han sido las dos grandes pasiones de mi vida y no tengo sino un deseo: que ellas sean los dos únicos atractivos de la obra que dejaré, si Dios quiere.”

-Oración final.

-También hemos hablado del próximo Encuentro Nacional de Laicos Dehonianos, que se celebrará los días 31 mayo-1-2 de junio, en Campello (Alicante).








10/4/13

Ha tenido que hacerlo el Papa. Por Álvaro Abellán





Artículo de LaSemana.es



Los periodistas están encantados con las primeras semanas del pontificado del papa Francisco. Portadas, comentarios, fotografías, como no recuerdo. Antes, uno tenía que buscarse sus fuentes para saber qué hacía y decía el Papa. Hoy, soy incapaz de seguir todo lo que se publica en los periódicos. Hay gente, en la calle, que se aprende y repite sus frases. “Los sacerdotes tienen que oler a oveja”. Entiendo que sus gestos son muy mediáticos. Pero eso no lo explica todo. Son también coherentes y en conexión con un planteamiento muy profundo. Mediático, coherente y profundo son tres notas difíciles de conciliar hoy. Que le pregunten a la Milá, que decidió hace años que tenía bastante con lograr lo primero.

Lo más curioso de todo es que, en el contexto de la Iglesia, nada de lo que hace Francisco es nuevo. Sus gestos son tan antiguos como los acontecimientos que relatan los evangelios: de hace unos 2000 años. Lavar los pies a las mujeres, convivir con los marginados (enfermos, delincuentes…), cuidar a los pobres, ser austero y digno a la vez… Todas esas cosas las lleva haciendo la Iglesia, ininterrumpidamente, 2000 años. Lo que ocurre es que la Iglesia tiene diversos miembros, y a cada uno le corresponden diversas tareas y responsabilidades. El mundo llama a eso jerarquía, y la Iglesia, sin negarla –por ser necesaria-, dice que hay otra más importante: la jerarquía en el amor. Así, es más digno el que ama más en una responsabilidad aparentemente menor que el que ama menos en una responsabilidad aparentemente altísima. Así lo expuso el Nazareno, lo explicó san Pablo con contundencia y lo relata Teresita de Lisieux con su mejor lírica. Así trata de vivirlo la Iglesia.

Sin duda, esto es muy difícil de entender para quien no tiene una experiencia radical de amar y ser amado. Quien la ha vivido, sin embargo, sabe perfectamente lo que palidece el fantasma de las jerarquías humanas. No obstante, quizá la Iglesia ha tardado en darse cuenta de lo que significa vivir en una sociedad mediática. Ha tardado en descubrir que a este mundo no le bastan los millones de misioneros anónimos que entregan su vida a los necesitados, o los millones de euros y dólares que gestiona la Iglesia en una estructura de don y acogida gratuitas, y no de oferta, demanda y reciprocidades. Este mundo mediático necesitaba ver que también la cabeza visible actúa como el cuerpo invisible. Pues que así sea. Insertado en su mejor tradición, ha sido un papa jesuita e hispánico quien realizó ese gesto valiente. A la Iglesia, parece sentarle bien. ¿Cambiará el mundo? ¿Cambiarán los periodistas, o cuando todo deje de ser “la primera vez”, mudarán su atención hacia otros gestos efímeros y mediáticos, pero ni coherentes ni profundos?



9/4/13

Familia dehoniana: Entrevista a Simón Reyes, SCJ





ESIC es la escuela de negocios líder en la enseñanza de estudios superiores de marketing en España. Sin embargo, muy pocos conocen que pertenece a los Sacerdotes del Corazón de Jesús (Padres Reparadores) quienes en los años 60, cuando la economía española empezó a despegar, vieron la necesidad de preparar buenos empresarios con formación en Doctrina Social de la Iglesia. Su fundador, el P. Simón Reyes (Fuentestrún –Soria–, 1939) ha impulsado una iniciativa para promover la cultura empresarial en los colegios en la que está participando la Fundación Diocesana de Enseñanza Santa Mª de la Victoria

Simón Reyes: «El mejor marketing que puede hacer la Iglesia es la transparencia»

Antonio Moreno Ruiz -  


–¿Cómo acaba un religioso montando una escuela de marketing?

–La iniciativa surgió de los padres de nuestro colegio Fray Luis de León, en Madrid. Pedían una salida formativa para sus hijos y vimos que en España había una necesidad de gente especializada en marketing. Desde el principio metimos como obligatorias las asignaturas de Ética Empresarial, Deontología comercial y Pensamiento Social Cristiano. En este momento tenemos 2.800 alumnos en las carreras de grado, 1.600 alumnos en los másteres y el año pasado impartimos 35.000 horas de formación para distintas empresas. 
–Nacieron en Madrid pero hoy están presentes en otras ocho provincias españolas, entre ellas Málaga, además de en Brasil. 

–Nos dimos cuenta de que si un malagueño quería hacer estudios de posgrado, o se iba a Madrid, Barcelona o EE.UU. o no podía hacerlo. Sólo se lo podían permitir quienes tenían mucho dinero y mucho tiempo ¿Y qué pasaba con los que trabajaban aquí, en un banco, eran licenciados, querían formarse y no podían desprenderse de su trabajo? Pues creamos estas escuelas, pequeñas pero efectivas, para dar una oportunidad a este tipo de gente que no se lo podía permitir.
–Hay quien piensa que, para ser competitivo, el empresario católico tiene que renunciar a sus principios. 

–Lo primero que hicimos al iniciar nuestra labor fue tratar de dignificar la figura del empresario. En España ser empresario era ser casi un truhán. El dilema es este: ¿Cómo combinar la actividad empresarial con los valores? La crisis nos ha dejado una gran lección: que la economía no puede vivir de espaldas a la ética, que no podemos renunciar a una serie de valores y que en los negocios no todo está permitido. A los chicos les enseñamos que ellos van a tener poder en su empresa y ese poder lo tienen que usar teniendo presente a todos los implicados en la empresa, no solamente a los accionistas. 
–Están ustedes implicados en el fomento de la cultura empresarial en niños en edad escolar, ¿por qué? 

–Esta crisis también nos ha demostrado que hace falta gente que tenga ganas de complicarse la vida emprendiendo y esa cultura hay que fomentarla desde pequeños. Vi que en nuestro colegio llevaban a los chicos de excursión a Segovia, pero nunca los llevaban a ver una empresa. Empezamos a traer alumnos sistemáticamente a nuestros centros para que conocieran qué es una empresa y tuvieran su primera experiencia emprendedora. En la actualidad son casi 10.000 los alumnos de toda España que han participado en esta iniciativa. 
–¿Puede enseñar algo el marketing a la Iglesia? 

–El Evangelio siempre se ha adaptado a los tiempos. Nuestros "clientes", que son los fieles, necesitan que seamos claros y transparentes y la mejor transparencia es el ejemplo, ir por delante. Hay que mostrarse como somos, con gran sencillez, sin ningún complejo. Hay que tener mano izquierda, ser hombres de diálogo y poner la otra mejilla.
  

4/4/13

Pascua Dehoniana - Salamanca 2013






Como ya hace tiempo venimos celebrando en Salamanca, cada dos años, la Pascua Dehoniana.



Vivimos el significado de estos días santos, que nos ayudan a profundizar en el sentido  de nuestra fe y a su vez,  confirmar nuestros lazos con la Familia Dehoniana, compartiendo nuestras experiencias y vivencias personales de fe, con sencillez y sinceridad, celebrando con intensidad los actos litúrgicos de estos días, participando totalmente en ellos.

Como cristianos, compartimos la fe con otros creyentes y,  a su vez,  profundizamos en la experiencia de fe del P.Dehon, buscando todos juntos la forma de comunicarla a los demás, reflejada en los quehaceres de cada día, con nuestros corazones encendidos por su Amor, que nos lo ha entregado totalmente;  que nos ofrece su paz ante nuestros miedos y tristezas,  y,  que nos ha llenado de gozo con su Resurrección.




Laicos Dehonianos-Video

Video clip donde el corazón