6/7/18

EN MEMORIA DE SALVADOR ELCANO ESÁIN - Pedro Mari Sanz




Articulo publicado hoy en el Diario de Navarra


·         7 jul. 2018


SALVADOR Elcano Esáin nació en Saigós el día 10 de junio de 1960. Con sus padres, Martín y María, y sus hermanos, Martín, Pili y José Antonio, pronto fueron a hacer su vida a Burlada.

Con doce años fue alumno de los PP. Reparadores en Puente la Reina. Más adelante pasó a estudiar BUP y COU en Alba de Tormes y en Salamanca, donde decidió consagrarse como religioso de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús, PP. Reparadores.

Salvador estudió Magisterio y Teología y fue un buen educador en uno de los Colegios de esta Institución en Palencia pero pronto vio que su camino era la Misión, así, con mayúscula.

En el año 1993 decidió ponerse a disposición de sus superiores para que le enviaran a donde más falta hiciera, con esa sencillez y absoluta disponibilidad de quien ha entendido qué es ser libre de verdad.

Donde más falta hiciera. Y le mandaron a la República Democrática del Congo, a una Misión a la que sólo se podía llegar por el río, 250 km al noroeste de Kisangani, a la ciudad de Basoko donde, por cierto, también había vivido otra ejemplar misionera navarra, Irene Pérez Goyeneche, de Vidángoz, asesinada durante la revolución simba en los años 60.

María, su madre, cuando Salvador les hacía llegar alguna fotografía, siempre comentaba con una media sonrisa: 
“¿pero Salvador, qué haces ahí, todos tan negricos y tú tan blanquico?
El caso es que allí hizo una grandísima labor en los colegios, en el centro de salud, con los jóvenes, con los más pobres de entre todos los pobres. Fue constructor, animador, catequista, apóstol y hermano de tantos que le tendían la mano con el grito de “Salvador, ayúdame”.

Le tocó sufrir, además de la recurrente malaria, la guerra, el pillaje y tener que salir pitando más de una vez de la Misión para esconderse durante días y evitar que las tropas de regulares y de irregulares que por allí iban y venían le pudieran hacer un mal más que previsible. Eran los años en que los enfrentamientos entre hutus y tutsis fueron más violentos y provocaron más violencia en la RDC.

“¿Por qué sigues allí, Salvador? ¡Vuelve!” Y su respuesta: “si yo me voy de aquí les estaré diciendo que no hay esperanza y ahora es cuando más falta hace la esperanza”.
En un tiempo en que allí no se quedaba ni iba nadie, ni políticos, ni empresarios, ni voluntarios ni ong’s, Salvador, como otros muchos misioneros en el mundo, fueron valientes y cumplieron su tarea con absoluta dignidad.

Volvió a España en 2004 para cuidar a su madre y cuando María murió volvió a ponerse a disposición de sus superiores, que le enviaron a la misión de Ecuador en donde ha servido hasta que la enfermedad llamó a la puerta.

Quiero despedirme de él como le despidieron aquella noche en el río Congo, al dejar Basoko y volver a casa.
Un cortejo de piraguas rodearon la suya, antorchas encendidas levantadas a lo alto y unos y otros gritando: “Adiós Padre Salvador – Sango Salvador has sido una bendición para todos, has sido nuestro padre y nuestro hermano, Gracias, gracias, gracias…..” hasta que su piragua se perdió en la noche.

Salvador, has hecho un buen camino, descansa en paz.

Pedro Mª Sanz es párroco de San Adrián y amigo de Salvador.


4 comentarios:

  1. Mi mas sinsero sentimiento de pesar para toda la Congregación Dehoniana... un abrazo fraterno y Gracias al Padre del Cielo por regalarnos la presencia del Padre Salvador en el mundo ahora vuelve a su regazo dejandonos muchos mensajes de esperanza y se recuerdo perdurara por siempre. HASTA SIEMPRE QUERIDO SALVADOR

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  2. Además de hermoso el articulo, estamos seguros en Cristo el Señor, que su muerte glorifica la vida de tantos pobres y necesitados... Como Pablo, Salva ha gritado al mundo: "ya no soy yo quien vive; es Cristo quien vive en mi"... Gracias por tu vida, por tu ser de religioso SCJ, por tu oblacion

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  3. Lo considero un missionario esemplare. Semplice, buono, con una grande fede. Ringrazio il Signore di averlo messo sul mio cammino. Riposa in pace, sango Salvador

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  4. Padre Juan Domingo Griffone, scj9 de julio de 2018, 15:18

    Tuve la suerte de compartir con Salvador un curso de la Congregación en Roma. Realmente una muy buena persona y religioso scj,amable, simple y comprometido con la realidad social, allí dónde le tocó ser misionero (República Democrática del Congo y Ecuador). Pude hablar con él, por teléfono, cuando había sido ya golpeado por la enfermedad, lo escuché sereno, tranquilo y confiado en Dios, con gran FE. Gracias Salvador por tu testimonio de vida y de fe!!! Descansa en la paz del Señor, servidor bueno y fiel!!!

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